martes, 26 de junio de 2012

Futuro escritor: La importancia de un triángulo


La física nos muestra el camino: dos fuerzas que se oponen terminan por equilibrarse y el movimiento se detiene. Sólo se produce un movimiento si existe una tercera fuerza que produzca un desequilibrio.
En la escritura de novelas sucede lo mismo. Si no tienes como mínimo un triángulo, no hay historia. Toda escena tiene que soportarse en por lo menos un triángulo, es decir en tres fuerzas.
Ejemplos:
1.- Esposa, esposo y amante.
2.- Padre, madre e hijo.
3.- Ladrón, víctima y policía.
4.- Amigo, amiga y el otro.
5.- Amigo, otro amigo y la otra.
Y así hasta el infinito.

Claro que alguien dirá: ¿Y si sólo hay dos personajes?

Pues hay que crear un triángulo. ¿Cómo?
Por medio de la tercera fuerza, que puede ser un objeto o una idea. Pero, el triángulo es incuestionable.
Por ejemplo:
1.- Esposa, marido y decisión.
2.- Madre, hija y problema.
3.- Ladrón, víctima y joya
Y así hasta que se nos agote la imaginación.

Teniendo en cuenta esta norma, saltaremos de escena a escena saltando de triángulo en triángulo. Y eso tenemos que convertirlo en un faro que nos guíe. Hay que saber identificar cuál es el triángulo en cada momento y movernos con ellos.
Una secuencia puede llevarnos a jugar:
1.- Esposa, esposo y amante (de la esposa).
2.- Esposa, hijo y descubrimiento.
3.- Hijo, padre y revelación.
4.- Esposo, esposa y decisión.
5.- Esposo, amante y pelea.
6.- etc...

Pero, sobretodo, el triángulo, del tipo que sea, forma parte inalienable del relato.

¿Por qué al comienzo he dicho que como mínimo se necesita un triángulo? Pues porque con más de tres componentes ya funciona todo. Una escena puede componerse de más de tres elementos. Por ejemplo: una cena con cinco comensales y sus relaciones. Aquí, en apariencia, hay un montón de elementos. Sin embargo, cuando se analiza y se descompone la escena, nos damos cuenta de que son un montón de triángulos que se forman y se rompen constantemente. Uno habla con una y el tercer componente es lo que comunica. Inmediatamente, aparece un tercero y se inmiscuye en la conversación, se rompe el triángulo anterior y aparece otro formado por el que ha interrumpido, la mujer y otra persona que se incorpora. Etc...

Si no se pierde de vista este mecanismo, la acción no se detiene en ningún momento y el ritmo se mantiene.

En próximos días, hablaremos de los túneles, los temidos y fatídicos túneles.

¡Suerte!



sábado, 28 de abril de 2012

Futuro escritor: hablemos de la documentación.

Si has llegado hasta aquí y has hecho algo con todo lo que has leído, ya no eres un "aprendiz de escribidor", sino todo un proyecto de escritor.
¡Bien! Estás el punto en que ya tienes un esquema de la historia, unos personajes y, por lo tanto, un escenario en el espacio y en el tiempo. ¿Qué hacer ahora?
La pregunta inmediata es: ¿Qué necesito para situar mi idea en un lugar y un tiempo determinados?
Necesitas, imperiosamente, información.

¿Tu historia transcurre en la actualidad?

Si la respuesta es afirmativa, quizás te ahorres unos pasos. Pero, indefectiblemente, tendrás que buscar información.
Si la respuesta es negativa, significa que casi seguro que debes buscar documentación.
El lector va a leer una historia, pero, al mismo tiempo, va a vivir esa historia. Va a vivirla. El escritor nunca puede perder de vista este detalle. Y, sin embargo, el escritor NO ESCRIBE PARA EL LECTOR.
¡Mucho cuidado! El escritor escribe para que lo lean, pero no escribe para dar placer al lector, sino para mostrar algo que lleva en su interior. Que el lector encuentre placer en la lectura es la consecuencia lógica de haber hecho las cosas como Dios manda.
Lo que tú escribas, impregna el papel, pero no sólo con tinta. La energía que envías a tu mano, para que mueva la pluma es la que queda prendida en el papel y jamás se borra, aunque se hagan millones de copias. Esa energía es la que le llega al lector. ¿Comprendes?
Es así de simple y así de prodigioso. Y el lector captará el mensaje, lo hará suyo y te lo agradecerá. Esta es la raón por la que personajes "malos", verdaderamente "malos", llegan a quien tiene el libro entre las manos e incluso acaba sintiendo simpatía por ellos.
El personaje de Ramosi de "El maestro de Keops" gusta a mucha gente. Y es orgulloso, traidor, vengativo, intrigante y cuantos epítetos puedas imaginar. El personaje de Arnau en "Abre los ojos y despierta" cae bien y, sin embargo, se trata de un sinvergüenza, un ladronzuelo y un estafador, además de mentiroso. Pero todos ellos tienen una parte humana, que es la que el lector capta. El colmo de los colmos es que el personaje de Rudy Hasse de "El relato de Gunter Psarris" cosecha simpatías, cuando resulta que es un asesino sin ninguna clase de escrúpulos. Sin embargo, su discurso tiene lógica. Él es un mandado.
No hay nadie ni enteramente bueno ni completamente malo. Solo hay personajes con ciertas características. ¿Queda claro?
Todos esos personajes viven en un lugar y una época. El lugar y la época forman parte de la historia y deben tener su protagonismo. Sin estos dos elementos, los personajes no se tienen en pie.
Buscar información sobre el momento y el lugar es vital.

¿Dónde busco información o documentación?

Sin manías. Un escritor no lo sabe todo y pregunta a quien sea, busca donde sea y va a donde sea. Lo suyo es preguntarse, preguntar, indagar, descubrir y mostrar. Y cuanta más cara de tonto pongas, mejor. Más te ayudarán.
Para escribir la trilogía de "Jaime I el Conquistador" tuve que moverme mucho. Para escribir la primera parte "El puñal del sarraceno", me desplacé a Monzón, Huesca, Lleida, Barcelona, Girona, Zaragoza... me metí en un montón de bibliotecas, consulté libros y más libros de historia, me tragué "El llibre del feits"...
Para escribir la segunda parte "La reina húngara", además de todo lo anterior, consulté con un traumatólogo y con un neurólogo para saber qué efectos puede tener que te claven una flecha en la cabeza.
Para escribir la tercera parte "Hablad o matadme", visité la costa levantina y llegué hasta Murcia, para acabar en Toledo.
De manera que, si quieres que tu obra sea veraz, no hay más remedio que moverse. Tú no eres el lector; tú conoces la historia y has vivido en tu interior las escenas. Però el lector necesita que le describas el lugar y que lo sitúes en el tiempo. Para ello requiere saber cómo es el entorno, cómo van vestidos, cómo se mueven, cómo se relacionan, lo que comen, cómo duermen... Necesita saberlo todo, pero si empecharse.

¿Qué hago con todo lo que encuentro?

Utilizarlo y, luego, desecharlo. No estoy obligado por nadie a meterlo todo en el texto. La mayor parte de lo que encuentre me servirá para escribir mejor las escenas y las situaciones, pero no lo meteré en el texto. Cuando hablo de "meterlo" en el texto, utilizo correctamente la palabra. Una cosa es introducir un detalle en el texto, porque lo necesita, y otra muy distinta "meterlo" porque me hace gracia o porque me va a hacer sentirme orgulloso.
No necesito demostrar a nadie que he hecho mucha labor de investigación. El lector ya lo descubrirá por sí mismo sin que yo se lo diga. Yo no soy el guapo de la película. Yo, el escritor, no existo. Solo existe mi obra, que es la que el lector tiene en las manos. A mí no me tiene.
Para escribir "El anillo de Atila", que tiene unas trescientas páginas, llegué a escribir más de mil, pero luego dejé solo lo que consideraba que era correcto. En caso contrario nos encontramos con obras empalagosas.

A modo de ejemplo os diré que en mi caso (cada escritor es un mundo), cuando escribo una obra histórica, el 75% del tiempo lo dedico a buscar información y el 25% restante es la escritura de la obra en ella misma. ¿Veis lo importante que es para mí?

Y otra cosa que también hago es que, cuando me dedico a un tema concreto, dejo de leer toda novela sobre ese tema. Leo libros y documentos, pero no novelas. ¿Por qué? Para no dejarme influir por ningún estilo.
¡Cuidado! Eso lo hago yo, y ya he dicho que cada escritor es un mundo. Lo que a mí me sirve, quizás a ti también. O no.

¿Necesito insistir más sobre la importancia del tema de la documentación o ha quedado claro?

viernes, 16 de marzo de 2012

Aprendiz de escribidor: ¿Cómo creo personajes?

Ya tengo la idea, ya dispongo de una historia, ye he creado mi esbozo de historia... y ya he descubierto que necesito unos personajes. Pero, ¿cómo los creo?
Hay tres tipos de personajes: los principales, los secundarios y los comparsas.
Los principales serán los que van a sostener la trama, los que se enfrentarán con el lector para explicarle lo que está leyendo.
Los secundarios son los que necesito para que mi historia se sostenga sobre bases reales y que consiguen que mi mundo sea creíble.
Los comparsas son aquellos que aparecen esporádicamente y que sirven para llenar una escena y dotarla de vida y de color, al mismo tiempo que cargan sobre sus espaldas aquellos actos que no pueden realizar ninguno de los principales ni ninguno de los secundarios.

Bajo este planteamiento alguien puede caer en la tentació de pensar que los comparsas carecen de importancia.
Nada mas lejos de la realidad.
En una novela, desde el protagonista principal hasta el último mono, todos, absolutamente todos, tienen su razón de ser y son imprescindibles. Si alguno de ellos es prescindible, hay que prescindir de él. Así de sencillo. Pero, si es imprescindible, entonces significa que es importante y hay que mimarlo. Así de simple.

A partir de aquí debo crear una ficha por personaje para cada uno de los que van a aparecer. ¿Qué pondré en esa ficha? Todo lo que puede servir para que yo entienda mi personaje y que permita a mi personaje mantenerse en pie y no caer a la primera de cambio o convertirse en alguien incoherente, absurdo y carente de personalidad.

Para los personajes principales hay que crearles una vida. Ello significa que han nacido en algún lugar concreto, un día determinado, en una casa concreta, con unos padres que se llaman... Posiblemente habrán cursado unos estudios de... en una escuela de... Quizás tienen hermanos, que se llaman... Han trabajado en... y ahora trabajan en... Está casado o casada con... Tiene hijos... tantos... que se llaman... y tienen edades...

Para los secundarios, lo mismo, aunque quizás no se necesite tanto nivel de detalle.

Y para los comparsas... ¡También!

Es posible que algunos personajes no aparezcan de inmediato, sino que surjan conforme se escribe, conforme avanza la historia. No olvidemos que el proceso de escritura es dinámico. Bien: cuando aparece un nuevo personaje, hay que crear su ficha.

¿Por qué es tan importante crear esa ficha? ¿por qué voy a meter en ella montones de datos que ni siquiera aparecerán en la novela?
Porque mis personajes tienen que ser coherentes. En caso contrario serán personajillos de paja y nunca se atreverán a revelarse contra mí, que soy su creador.
¿Qué signifca que se atrevan a revelarse contra mí? ¡Ah! Eso lo veremos más adelante. Ahora lo único que hay que tener claro es que hay que crearlos y hacerlo bien.
Siguiendo con mi historia, la que decidí escoger en mi anterior artículo, voy a poner un

EJEMPLO DE FICHA:

Anna Pagès Batlletbó
a.- Datos personales:
                       Sexo:        Femenino
                       Nacida:    17/04/55    Edad:     40 años
                       Lugar:         Barcelona (Ensanche: Nápoles/Aragón)
                       Profesión:    Doctora en Ciencias Económicas
                       Trabaja a:    Gabinete de asesoría. (Directora de grandes cuentas)
                       Estado civil:    separada
b.- Datos familiares:
                       Madre:        Maria Batlletbó Lacroix
                                         Sexo:        Femenino
                                         Nacida:    22/12/36    Edad:     59 años
                                         Lugar:        Toulouse (Francia)
                                         Profesión:    Ama de casa
                                         Estado civil:    casada
                        Padre:        Josep Pagès Miravet
                                         Sexo:        Masculino
                                         Nacido:    16/06/30    Edad:     65 años
                                         Lugar:        Barcelona (Sans)
                                         Profesión:    Empresario (pequeña empresa metalúrgica)
                                                              12 empleados
                                         Estado civil:    casado
                        Hermano:    Andreu Pagès Batllebó
                                         Sexo:        Masculino
                                         Nacido:    17/07/57    Edad:    38 años
                                         Lugar:        Barcelona (Ensanche: Nápoles/Aragón)
                                         Profesión:    Ingeniero Industrial
                                         Trabaja en:    a la empresa del padre
                                         Estado civil:    casado
                        Cuñada:    Marta Cerezo García
                                         Sexo:        Femenino
                                         Nacida:    5/03/61    Edad:    34 años
                                         Lugar:        Madrid
                                         Profesión:    ama de casa (antes secretaria)
                                         Estado civil:    casada
                         Marido:        Marcus McNeel
                                         Sexo:        Masculino
                                         Nacido:    21/09/47    Edad:    48 años
                                         Lugar        Liverpool
                                         Profesión:    Doctor en Economía
                                         Trabaja en:    Universidad de Cambridge
                                         Estado civil:    separado
                          Hijo:        Juli McNeel
                                         Sexo:        Masculino
                                         Nacido:    12/08/80    Edad:    15 años
                                         Lugar:        Cambridge
                                         Profesión:    Estudiante de BUP.
                                         Estado civil:    soltero
                          Amante:        Antoni Galeote
                                         Sexo:        Masculino
                                         Nacido:    2/01/44    Edad:    41 años
                                         Lugar:        Guadalajara
                                         Profesión:    Médico
                                         Estado civil:    casado
c.- Datos infancia:
                         -Desencanto del padre porque era niña.
                         - Fue desplazada por el hermano que nació dos años después.
                         - Educada por la madre.
                         - Tuvo que luchar para conseguir estudiar.
                         - Padre rígido.
                         - Siempre se vio obligada a demostrar su valía.
d.- Datos estudios:
                         - Bachillerato con muy buenas notas. Consigue beca.
                         - Entró en la universidad (facultad de Económicas de Pedralbes)
                         - Estudios brillantes.
                         - Solo suspendió una asignatura de tercero y ella lo consideró un fracaso.
                         - Su padre no la apoyó nunca. Decía que las mujeres no pueden trabajar en lugares de responsabilidad.
                         - Habla cuatro idiomas: catalán, castellano, francés e inglés.
e.- Datos profesionales:
                          - Consigue una beca para ampliar estudios en Inglaterra donde cursa el doctorado. Allá conoce a su marido y se casan.
                          - Entra a trabajar en una empresa multinacional.
                          - Tres años después le sale la oportunidad de crear con otros un gabinete de asesoría en Barcelona, pero queda embarazada y no puede dedicarse a la profesión. El marido no la ayuda. Empiezan los problemas de relación.
                          - Nace el hijo. No tiene trabajo, no lo encuentra y su marido no la ayuda.
                          - Las relaciones se deterioran y acaba por tomar la decisión de regresar a Barcelona.
                          - Consigue trabajo en un gabinete de asesoría.
                          - Se separa. Obtiene la custodia del hijo.
f.- Carácter:
                          - Independiente
                          - Más bien introvertida.
                          - Inteligente
                          - Luchadora
                          - Feminista
                          - Un poco agresiva
                          - Orgullosa
g.- Relaciones:
                          - Padre: relaciones frías y distantes.
                          - Madre: buenas relaciones. Confianza.
                          - Hermano (Andreu): relaciones más bien frías por parte de ella. Le culpa de su relación con el padre y de no poder trabajar en la empresa familiar.
                          - Hijo (Juli): problemas de relación. No acaban de entenderse.
                          - Marido (Marcus): relaciones de compañeros. No han acabado mal.
                          - Amante (Antoni): relaciones basadas sobre todo en el sexo. Ambos quieren una relación que los permita libertad.
                          - Cuñada (Marta): se toleran. Hay un cierto punto de envidia por parte de  Marta.

¿Se ha entendido lo que es una ficha de personaje?
¿Complicado? ¿Largo? ¿Difícil?
Pero... ¿Acaso he dicho en algún momento que era fácil o que no había que trabajar?
Sin embargo, si analizáis la ficha seguro que ya os imagináis quién puede ser Ana y cómo puede comportarse en ciertas situaciones. Incluso ya os imagináis parte de lo que puede suceder...


Adelante, pues. Ahora os toca a vosotras o vosotros con vuestra historia. ¿A qué estáis esperando?







lunes, 12 de marzo de 2012

Aprendiz de escribidor: ya tengo la idea. ¿Y ahora qué?

Por fin hemos dado con una idea que nos parece buena.
Por ejemplo:  

Ante un dilema de gran intensitat, sobretdo dramática, podemos cambiar nuestra manera de ser, pensar, sentir i vivir.

¿Por qué creo que es buena? Porque he hecho la prueba de las cuatro historias. He imaginado, entre otras, que podría ser:

1.- La historia de una persona tiene que declarar en contra de un amigo. ¿Lo ayuda o lo hunde?

2.- Un hijo que ve como a su padre se le declara una enfermedad incurable y muy dolorosa. El dilema es escoger entre cantidad y calidad de vida y, llegado al extremo, pensar seriamente en la eutanasia.

3.- Un sacerdote que duda de si tiene que denunciar a otro sacerdote que ha matado a un tercero con el argumento que era para preservar el sagrado secreto de confesión.

4.- Un hombre, creyente y practidante, con cuatro hijos, pierde el trabajo, es abandonado por sus compañeros y amigos y cae en una situación insostenible. Su esposa queda embarazada. La situación llega a tal extremo que se plantea el aborto, en contra de todos sus principios.

Las cuatro historias pueden cumplir el requisito de la idea. Situaciones que conducen a plantearse los principios.

IMPORTANTE: Nunca sintamos miedo de partir de un estereotipo ni de un tópico. Más vale partir de un tópico de forma consciente que acabar cayendo en él.


IMPORTANTE: No debéis mostrar a nadie vuestra idea. Repito: a nadie. Ya mostraréis el resultado final y ahí estará vuestra idea. Siempre hay el inteligente de turno que, rápidamente, te dice que no es buena, que se podría mejorar, que él haría... Pues bien: que se meta sus opiniones donde le quepan. Que él escriba su historia. Cuando empiezas a escribir, solo hay dos cosas: tú y el papel. Nada más y nada menos. Y nadie, bajo ningún pretexto, debe inmiscuirse.
NO HAY NINGUNA IDEA QUE SEA MALA. ¡NINGUNA! En todo caso, hay ideas que aún tienen que pulirse.

Por lo tanto, ahora, como yo pienso que la idea es buena, el siguiente paso es escoger la historia que mejor se ajusta a mi forma de ser.
De entre las cuatro, yo decido (por ejemplo) escoger la segunda, la de la eutanasia. Y la decisión la tomo yo, sin nadie que me indique nada. No pregunto a nadie, no hago una encuesta, no monto un referendum. Lo decido yo porque me da la gana, porque quiero. Porque voy a contar MI historia con MIS palabras y MIS sentimentos.
¿Ha quedado claro este punto? Si no ha quedado claro lo repetiré mil veces, un millón si es necesario. Este punto es vital. Soy yo, solo yo, únicamente yo quien escribe. A menos que sea una obra a cuatro manos, que también las hay.

El siguiente paso es escribir un resumen de cómo puede ser esta historia.
Veamos una posible historia:


RESUMEN:
"Ana (divorciada, 40 años, un hijo, economista, ocupando un cargo importante en una empresa de asesoría) asiste a la fiesta que la segunda esposa de su padre ha montado con motivo del sesenta y cinco aniversario de su marido. 
Durante la fiesta, el padre (dueño de una empresa) anuncia que ha decidido retirarse y dejar la dirección en manos de su otro hijo Andrés, para dedicarse a su hobby, las maquetas de tren, porque considera que en esta vida ya ha hecho todo cuanto tenía que hacer.
Dos meses después al padre se le manifiesta un cáncer con metástasis. El médico que lo dictamina es, al mismo tiempo, el amante de la Ana.
Ana y Andrés se reúnen para decidir lo que se tienen que hacer: si comunicarlo al padre o, visto el poco tiempo que le resta de vida, callar y hacer como si no sucediera nada. Deciden no comunicarle nada, aunque con reticencias por parte de Ana.
A partir de aquí entran en el juego de yo hago que no sé nada y tú me haces creer que no sabes nada, pero el padre lo intuye.
La enfermedad progresa rápidamente y el padre es ingresado. El deterioro es demasiado evidente y se establece una relación entre padre e hija que no se había dado hasta aquel momento. El padre siempre había tenido debilidad por el hijo y había apartado a la hija, pero en la hora de la verdad la hija demuestra mucho más carácter, hasta el punto que el padre le pide que acabe con su vida, porque el médico se inhibe y el hijo se asusta.
La hija toma, finalmente y en contra de sus principios, la decisión de ayudar al padre a morir.
A partir de este momento la hija ve como todos los principios que el padre los inculcó no sirven para nada (teóricamente) y se percata de la soledad frente a la muerte.
El día que llega con la intención de inyectarle una dosis mortal de morfina, el padre muere.
Después de la muerte del padre, la hija descubre que también está sola y que toda su lucha por conseguir un lugar en medio de la sociedad ha sido una pérdida de tiempo."

Esto es un resumen. No es todo lo que va a ocurrir. Ni ahí están todos los personajes que van a salir ni todas las circunstancias ni muchos detalles que irán surgiendo conforme avanza el proceso de creación.
¡Ah! Que a nadie se le ocurra tomar esta idea. No por nada, sino porque cada uno tiene su propia idea y tomar la de otro es no entender ni aprender nada. Hay que sacar a la luz lo que cada uno lleva dentro: su personalidad, sus deseos, sus miedos, sus ilusiones... Entonces será crear.
Cada uno de vosotros debe hacer lo que yo he hecho, pero con su idea.  Debe escribir un resumen de lo que será su historia, con sus personajes, sus situaciones...
Evidentemente, dar consejos escritos, a través de un blog, no es lo mismo (ni nunca lo será) que dar un curso completo. Pero, algo es algo.

¡Bueno! Ya tenemos trabajo para los próximos días. Y ya vamos avanzando.
¿Os dais cuenta de lo importante que es la idea?





domingo, 4 de marzo de 2012

Aprendices de escribidores: ¿Cómo se sabe si una idea es buena?

¿Por qué insisto tanto en la idea?
Imaginemos una enorme pirámide cabeza para abajo, que se sostienen únicamente por su cúspide, que ahora está debajo. Ese punto tan diminuto es la idea. El resto es todo el desarrollo de la obra. Si la idea no es sólida, la obra no lo será.
Todo descansa sobre la responsabilidad de la idea. Se escriban dos o dos mil páginas, la idea que preside la obra debe estar siempre presente.
Para que nos entendamos: la idea de la obra es el sentimiento que nos anima a escribirla, es lo que deseamos comunicar con esta obra. A veces deseamos escribir una historia que...
En el fondo deseamos comunicar algo, no tan solo contar una historia.
La idea, el sentimiento, el aprendizaje, la lección, la conclusión... son el alma de la historia. Sin alma, no hay cuerpo que viva. Por eso, aunque tengamos clara la historia que queremos contar, aunque sea una obsesión, antes de empezar a escribir, hay que dar con la idea que se esconde tras esa historia. Ella se convertirá en el faro que guia nuestros pasos a buen puerto. Ella dará coherencia a la historia.
¿Entendido?

Però... ¿cómo sabemos si una idea es buena?
Hay una forma infalible de saberlo.
Una vez escrita la idea, hay que imaginar cinco historias distintas que se ajusten a esa idea. Si lo conseguimos, significa que la idea es buena. Si solo nos sale una.. mal asunto. No es una idea, solo es una historia. Hay que seguir buscando.

Por ejemplo, quiero relatar una historia en la que una mujer desea vengarse de su marido. Pero ahí dentro hay mil  ideas: la infidelidad, la violencia de género, la mentira, la traición, el odio... ¿Con cuál de ellas nos quedamos?
Ahora, tras darle mil vueltas, se me ocurre pensar en que "cuando una mujer es buena, es muy buena, pero, cuando es mala, aún es mejor".
¿A que, si lo pensamos cinco minutos, a cada uno de nosotros se nos pueden ocurrir unas cuantas historias en que esto es cierto? Incluso, alguna buena comedia.

Escribir es abrir los ojos y mirar, contemplar y descubrir lo que esconde en nuestro interior para sacarlo fuera y ofrecerlo a los demás.

Así que, abre los ojos y despierta, que no hemos hecho más que empezar.


miércoles, 29 de febrero de 2012

Aprendiz de escribidor... ¿Cómo se encuentra una idea?

No hay ningún sistema absolutamente definitivo para encontrar una idea de partida, pero hay muchos sistemas para estimular la creatividad.
A menudo, la idea que buscamos está ya dentro de nosotros. En muchas ocasiones suele ser una obsesión. Lo que sucede es que, a veces, no somos capaces de expresarla y nos comportamos como... "lo tengo en la punta de la lengua..."

Para sacarla fuera, hay diferentes métodos. Citemos algunos:

1.- El sistema de escritura automática. Consiste en sentarse con un papel en blanco y un lápiz y empezar a escribir. ¿Qué debemos escribir? En este estadio, el secreto es dejarse llevar y escribir lo que salga, aunque no tenga sentido. No se trata de crear una historia lógica, sino todo lo contrario, escribir por escribir, sin fijarse ni analizar ni juzgar nada. Durante media hora. Lo que salga.
Al final, se suelta el lápiz y leemos lo que hemos escrito. A veces, resulta sorprendente. Entre frases estúpidas, de pronto aparece una que tiene mucho sentido y que es, justamente, lo que nos atormenta sin saberlo. ESA ES LA IDEA.

2.- Otro método es hablar con la gente. Hablar mucho, con una libreta junto a nosotros o un pedazo de papel. Hablar y escuchar y anotar aquello que nos sorprenda. Al llegar a casa, es el momento de analizarlo.

3.- para los tímidos, funciona muy bien relajarse profundamente, olvidarse del mundo entero, durante un rato, y, al regresar, escribir en un papel la primera idea que se nos ocurra. Pero, para ello, hay que saber relajarse. Es el problema de este sistema.

4.- Observar el mundo, hacer abstracciones, ver el comportamiento, mirarnos a nosotros mismos. Y sacar conclusiones. Seguro que hay una regla que se cumple para mucha gente. Y puede convertirse en el motor de una idea.

5.- Partir de un tópico. ¿Por qué no? Es mucho mejor partir de un tópico que caer en él. Por ejemplo: los jóvenes de hoy en día no escuchan a los padres. Evidentemente, es un tópico. Partamos de él y démosle la vuelta. Digamos, por ejemplo: algunos jóvenes, después de un buen batacazo, empiezan a mirar los consejos de los padres, quizás, como muestras de su experiencia. Seguro que con esta frase ya se nos está ocurriendo alguna idea. ¿A que sí?

Bien , por el método que sea obtenemos una idea, pero... ¿Cómo se sabe si es buena o no?

Pues abre los ojos y despierta, porque de esa idea va a depender todo. Ya veremos que es así.

martes, 28 de febrero de 2012

Aprendiz de escribidor... ¿qué es la idea?.

¿Qué es una idea para una novela?

Una idea es la frase de oro que guiará todos tus pasos a lo largo del proceso de escritura.
Una idea es una sola frase, aunque sea larga  y compleja. Nunca serán cinco frases o media página. Eso ya es una historia.
Una idea es abstracta. Nunca empezará diciendo: Esto es uno o una que va y un día...
En una idea no hay nadie y están todos.
Veamos algunos ejemplos:

Caso 1: El maestro de Keops.
La idea fue la siguiente:
Todo está escrito en las estrellas, pero la mayor parte de nosotros ni nos enteramos, mientras que algunos son capaces de leer en ellas y entrever el futuro y muy pocos, poquísimos, aprenden a escribir sobre ella y pueden llegar a modificar el futuro.

Caso 2: El informe Phaeton.
La idea fue la siguiente:
Cabe una posibilidad de que todo lo que nos han contado sobre el pasado remoto sea mentira y, si lo descubriésemos, nuestra visión del mundo sería otra bien distinta, incluso nuestra vida.

Caso 3: El relato de Gunter Psarris
La idea fue:
Por mucho que solo pretendamos vivir y ser felices, el mundo puede tener otros planes y cualquiera, por muy bueno que sea, puede convertirse en un asesino, aunque nunca deje de ser bueno.

Caso 4: Los ojos de Aníbal
La idea:
Puede más un silencio que mil espadas, si el silencio es de alguien que está sufriendo.

Caso 5: La Gran Concubina de Egipto
La idea:
A veces el pueblo puede crear un mito o una leyenda que adquiere tal fuerza que puede cambiar el curso de la historia, hacer surgir reyes y hacer que aparezcan nuevas dinastías.

Y toda la obra seguirá siempre los pasos marcados por esa idea.

¿Tienes tú alguna idea? ¿No? Pues, entonces, el paso siguiente es buscar una idea.

De manera que abre bien los ojos y despierta, que queda mucho por hacer.