lunes, 6 de noviembre de 2017

¡ME LLAMO LIBERTAD!

Libertad, ¿Dónde estás?
Te busco en cualquier parte: en todos los rostros que se cruzan en mi camino, en las esquinas, en los parques y en mi soledad.
¿Dónde estás?, me pregunto. ¿Y si te perdí?, me asusto.
Te veo correr delante de mí e intento atraparte, pero te escapas y parece que nunca te alcanzo.
De pronto creo que te atrapo, pero es en mis sueños. Ahí te veo real y me pregunto si cuando despierte te tendré.
Sólo cuando descubro que vivo sin estar despierto, que mi mente confundida por otros me sumerge en un eterno sueño y en la gran mentira del engaño, empiezo a despertar y me doy cuenta de que nunca alcanzaré la libertad que siempre he soñado, porque la libertad jamás ha sido un sueño.
Yo no soy libre. Jamás lo seré. No necesito serlo.
Yo ya soy mucho más que libre, soy la Libertad. Siempre lo he sido.
Por eso nadie puede doblegar mi voluntad.
Pueden golpear mi cuerpo, pueden atarlo y encerrarlo. Y sigo siendo la Libertad.
Sólo yo puedo doblegar mi voluntad.
Aunque tenga miles de nombres y miles de rostros, que nadie olvide que me llamo Libertad.
Éste es mi nombre, mi meta, mi destino y mi voluntad.
Estoy por encima de todas las leyes humanas, de todas las creencias e ideologías. Todas ellas nacieron para servirme. Que nadie pretenda convertirme en esclavo de ellas.
Nada ni nadie me va a doblegar.
Ha llegado la hora: abre los ojos y despierta.
¡Mi nombre es Libertad!

No hay comentarios:

Publicar un comentario